Inteligencia emocional del día

La inteligencia emocional no sirve para nada si no se aplica en nuestra vida real. Aprender de lo que pasa es el primer paso. Tener criterio es el siguiente. Criticar el entorno, sin perder su esencia constructiva y buscando siempre algún tipo de solución, explicación, alivio o mejora, es una de las claves para ver la realidad desde unos ojos entrenados que permiten asimilarla sin sufrir daño gratuito. Una vez aprendemos eso, toca criticarse a uno mismo y justo después, cuando teóricamente llegaría el punto de criticar a los demás, nos daremos cuenta de que ya no tiene cabida.